21 de febrero de 2015

Un mundo viral.

En el insomnio está la reflexión. Es en ese momento de la noche en el que uno no puede dormir cuando surgen los pensamientos más intensos, los monólogos más largos, la inspección más profunda de uno mismo y sus recuerdos. A veces sin embargo cuando todo eso está hecho y el insomnio sigue, se pasa al análisis de las cosas más cotidianas, las más sencillas y de repente todo se convierte en absurdo, las actividades más normales pierden todo su sentido y uno se queda ahí, en la oscuridad de su habitación sin entender nada. Entonces tenés dos opciones: Intentar dormir con la esperanza de que a la mañana siguiente la vida vuelva a cobrar sentido o empezar a ver el mundo con recelo y volverte cada vez un poquito más loco. La primera opción es la más sana, la segunda la más humana.

Esta noche intentaba dormir sin éxito cuando, vaya usted a saber por qué, me vi pensando en lo peligroso de las redes sociales. En la cantidad de mediocridad a la que nos vemos expuestos día a día, en ese éxito fugaz de cosas de dudosa calidad a la que llamamos "virales". Esos cinco minutos de fama que ahora llegan a millones de personas a través de sus pantallas, que inundan tu muro y que ves, casi con frustración, como van subiendo como la espuma, como cada vez hay más, más likes, más comentarios. Un pollito que parece haberla liado mucho, otro que dice pío, no sé cuántas preguntas para enamorarse o unos desconocidos que sin necesidad de preguntas se comen a besos tras mirarse unos segundos a los ojos delante de la cámara.
Uno se contiene de verlo porque sabe que poco o nada aportarán a su vida pero de repente te ves fuera de ese círculo, de esa masa a la que llaman sociedad, y te preguntás si estarás solo. Todos parecen estar como locos queriendo saber qué color son, qué animal, en qué país deberían haber nacido... Todos parecen realmente incrédulos cuando una página anuncia en un titular "no vas a creer lo que este novio le dijo a su chica" o "jamás imaginarás lo que hizo este perro".

Pues no, no me interesa saber qué color soy, en qué país debería haber nacido, qué lió no sé qué pollito o qué hizo ese perro cuando vio a un niño ahogándose. Me interesa entender qué lleva a tanta gente a interesarse por esa clase de cosas y sobre todo, a compartirlo como algo que realmente vale la pena hacer ver a sus contactos. ¿En qué momento sucumbimos de forma tan absoluta a la mediocridad? ¿En qué momento la cantidad pasó a pesar más que la calidad? ¿En qué momento se dejó el raciocinio de lado para no darte cuenta de que no, nadie va a drogarte en un parking con la excusa de probar un nuevo perfume? Mensaje que por cierto, creo que leí por primera vez allá por el año 99, se ve que la policía se está tomando el caso con calma.

Caso aparte son esos artículos tan intelectuales de "20 cosas que debes hacer antes de los 30" como si entonces se acabase la vida y más te vale estar casado, con hijos y un trabajo fijo que maldigas cada día. O esos de "15 motivos por los que salir con una chica que viaja es genial", que después te das cuenta de que también lo es si lee, si es enfermera, periodista, se hace la dura, va de dulce, es deportista o cualquier cosa que haga cualquier chica, simplemente salir con ella será genial según mil artículos distintos dando vueltas por Internet. Y tranquilos, no se preocupen ustedes, que la redacción será de lo más pobre y cuantas más faltas de ortografía mejor, que en la red no hay presupuesto para correctores, Y yo me pregunto ¿Qué obsesión tenemos con las listas? Ahora lo cool es escribir artículos con 20 mini titulares en negrita y un número delante para seguir con un desarrollo vulgar a sabiendas de que pocos lo leerán porque lo que prima es la prisa, el no perder el tiempo en leer mucho, vaya a ser que un niño imitando a Beyoncé se vuelva viral en cinco segundos y nos lo perdamos.

Son las dos de la mañana y el dolor en la rodilla derecha que me mantenía despierta parece cesar, pero ya es tarde, ya entré en un bucle de absurdo, de rechazo, de frustración hacia la sociedad en la que me tocó vivir que el insomnio no va a irse tan fácilmente. Y es que sí, es preocupante, es preocupante ver como gente preparada, estudiantes, profesionales, cae en la mediocridad de lo fácil, de lo que encontrás sin necesidad de buscarlo, simplemente te lo ponen delante de los ojos esperando a que los abras lo suficiente como para verlo pero no tanto como para cuestionarlo. Parece que de repente perdimos la capacidad de razonar, de cuestionar, por no hablar de la capacidad de investigar, de indagar. Y en cuestión de segundos miles de ojos lo ven, lo comparten, lo comentan y todos se vuelven parte de lo mismo, de una masa que ve sin mirar.

8 comentarios:

  1. Muy buena reflexión con su adecuada dosis de rebeldía.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta y comparto tu forma de pensar. Me molesta la manera en que estos medios mueven a las masas en todos los aspectos, deportivos, artísticos, sociales y ni se diga políticos.

    Una persona brillante hace algunos años dijo "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad" y lamentablemente me parece que estamos llegando a ese punto y somos pocos los que nos estamos dando cuenta y no nos dejamos llevar por la corriente.

    ResponderEliminar
  3. Muy buen post, me ha hecho lo de las faltas de ortografía, porque me fijo mucho en eso (el castellano no es mi lengua materna).. gracias por escribir algo tan educativo y interesante

    ResponderEliminar
  4. Totalmente de acuerdo con tu reflexión.
    Lo de hoy con el color del vestido es una pesadilla atroz, mejor dicho lo de todos los días en este mundo de embrutecimiento virtual es una pesadilla atroz..

    ResponderEliminar
  5. Blogs como este sí que deberían ser virales :)

    ResponderEliminar
  6. 2 timoteo 3:1-7 ahí está la explicación de lo que dices querida Natalia date tiempo de leerlo, es información valiosa que te ayudara a entender porque tu y yo y algunas otras personas sí podemos darnos cuenta de esta situación tan triste alrededor del mundo (Juan 17:16) y hay otros que están cegados. Jw.org

    ResponderEliminar
  7. Me gusta tu artículo, y estoy totalemente de acuerdo, admitiendo que incluso yo he sido afectado por todo esto

    ResponderEliminar